lunes, 18 de agosto de 2008

INDESTRUCTIBLE

Era de noche, no había duda de eso, hace rato ya abierto los ojos, pero no podía moverme, era el único inconveniente. Pero era de noche, mi cuarto no tenia cortinas. Era de noche o ya estaba ciego.

Comencé a tratar de rodarme sobre mi cuerpo y ayudo. Caí al piso desde la cama y todo ese sopor que parecía paraplejia desapareció.

Pero como cada cosa lleva a otra, ahora estaba con un hambre increíble, no había comido nada en días y pensando en eso me preguntaba que día era hoy; por lo menos por el momento no importaba y salí a la calle. Terrible, terrible, debía ser domingo por que no había nada abierto.


Tuve que caminar unas 10 cuadras para conseguir un octavo de pollo, unas cervezas y una botella de ron.

Cuando estaba en el cuarto de vuelta apenas podía vaciar de la bolsa el pollo al plato, pero ahí estaba y era lo que importaba. Abrí una chela, pero error, error, el sorbo destruyo lo que podía estar bien en mi cuerpo y, pues tuve que correr al baño y vaciar lo que no había, saben lo doloroso que es cagar cuando no hay nada que cagar.

Volví al cuarto casi destruido, me eche en la cama, tome el control y prendí la Tv. Esto era suerte o maldición, me pregunte; justo, en la pequeña pantalla estaban follando de lo mejor; no había salida me baje los pantalones y comencé a masturbarme, no se si el cuerpo tendrá un sensor de supervivencia pero no bien comencé salió un gran chorro, si duraba unos minutos fácil entraba en coma.

Pero…

¡Oh!, desgracia –como dirían los grandes poetas- el gran chorro del que estaba tan orgulloso había ido a parar al plato.

Casi al borde delas lagrimas, y sin subirme los pantalones, tome la cerveza y la bebí y seguí así…

Ya paso una hora de que desperté, debe ser otro día, otra noche. No me siento tan débil como ¿anoche?, las botellas es tan vacías, … el plato también.

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